Sin duda Poli Délano constituye un maestro para muchos escritores, aficionados o lectores, y nada mejor para reconocer sus enseñanzas que leyendo sus obras y una cita del propio Poli:
“Creo que la persona que lee tiene chance de ser mejor, una persona más completa, más perceptiva, de mayor imaginación.”
(“Ojo en tinta”, 2014)
Poli Délano y el oficio de escribir
“Nadie sabe por qué escribe. Si uno supiera por qué escribe, a lo mejor dejaría de escribir, porque ya lo sabe… El artista creo que está siempre tratando de responderse a una pregunta que no sabe cuál es.”
(La Belleza de Pensar, 1997)
“El escritor siempre está escribiendo lo mismo, aunque se cambie de país, aunque cambie de escenario, aunque cambie de personajes jóvenes a viejos, de hombres a mujeres, en el fondo siempre está escribiendo lo mismo. Se le escapa el leitmotiv, porque seguramente en ese motivo recurrente esté la razón de por qué escribe, que no lo sabe él. Pero la razón existe, es un llamado que lo obliga.”
(La Belleza de Pensar, 1997)
“El escritor siempre está haciendo historias…Si va en la micro está oyendo las cosas que se dicen, viendo las cosas que pasan, observando la fisonomía de la gente. Hasta en el sueño…Mientras duermo no, porque los sueños se me olvidan, pero cuando me despierto en la noche siempre estoy haciendo alguna historia”.
(Artes y Letras, mayo de 2016)
“Uno va cada vez más viendo el mundo como escritor, o sea agudizando los sentidos, la observación, el oído, la percepción de lo oculto, lo que está detrás de una mirada, de una sonrisita. Uno se va convirtiendo en una especie de máquina fotográfica indiscreta. A eso se suma la intuición inicial que tiene que haber, que es posiblemente el 10 por ciento de talento […] Mark Twain decía que los genios son un 10 por ciento de talento y un 90 por ciento de sudor, de trabajo. Y dentro del sudor está eso…la agudización de los sentidos, el estar trabajando como escritor las 24 horas del día, creo que hasta cuando sueño.”
(Pluma y Pincel, 1982)
Se ha declarado un escritor feliz ¿Sigue siéndolo?
“Sí, porque yo disfruto escribiendo, hay muchos escritores que dicen que cuando escriben sufren, pero si yo sufriera no escribiría porque no soy masoquista. Tengo clara mi vocación, el llamado a escribir, por eso mismo es que para mí es una actividad que me encandila, me gusta mucho. Si no recibiera algún pago por escribir, ¡pagaría por escribir!”
(La Segunda, 2016)
“Creo que la persona que lee tiene chance de ser mejor, una persona más completa, más perceptiva, de mayor imaginación.”
(“Ojo en tinta”, 2014)
“La potencia de un escritor es la singularidad de su mirada sobre el mundo, que sea única, que no se parezca a otra, pero si se parece, que sea propia.”
“Hay historias que tienen un trasfondo que va mucho más allá de la anécdota que cuentan. Y cuando pasa eso en un cuento, porque no todos están hechos con la misma tripa, con la misma intensidad, generalmente esos cuentos son los que van perdurando, se van reproduciendo y agarran vida propia.”
Poli Délano y el contar
“Escribir un cuento es contar una historia para decir otra cosa. La otra cosa, a lo mejor uno no la sabe cuando comienza a escribir el cuento, pero fluye, se filtra.
(La Belleza de Pensar, 1997)
Poli, para ti como cuentista, ¿qué es contar?
“[…] contar una historia bien, con toda la sal y pimienta que la haga disfrutable: con la profundidad que la convierta en un micromundo”
(“Plural”, 1976)
“[…] la esencia de un cuento es narrar una historia que vaya más allá de su anécdota para decirnos otra cosa: algo más general sobre los vaivenes de la vida, las relaciones entre los seres, la condición humana”
(Prólogo a “Cuentos urgentes para Nueva Extremadura”, 2016)
“Como el cuento es breve lo escribo de una sentada, que es como decía Poe que había que leerlo. La novela no se puede escribir de una sentada”.
“El cuento es indivisible, porque tiene una unidad interior y hay que dar el chancacazo de una sola vez”.
(“Rayentru”, 1999)
“Me gusta más escribirla (la novela) porque paso más tiempo con los personajes, me meto en el mundo en el que estoy viviendo, en el que empiezo un poco a desarrollarme yo mismo”
(“Rayentru” , 1999)
Poli Délano crítico
“Me molesta la solemnidad, el tonto gravismo. No tengo nada contra los profesores. Yo fui profesor universitario de literatura por quince años, pero nunca he parecido un profesor cuando escribo mis cuentos… Hay mucho almidón. Hay mucha literatura en la literatura. Hay mucho pastiche.”
Poli Délano y sus influencias
“De los escritores norteamericanos como Erskine Caldwell, Steinberg, Jack London y O. Henry aprendí el desengolamiento, la pérdida de cualquier afán solemne, de cualquiera tentación de solemnidad. Y eso no es fácil. Uno va cayendo siempre en los lugares comunes y es todo un proceso de adquisición de oficio, ir limpiando cualquier tentación de solemnidad.”
“Una de las cosas que me impresionó leyendo a Hemingway, es como de todas sus novelas, se puede extraer una filosofía, se puede abstraer una manera específica de mirar el mundo. Se puede expresar una filosofía sin discurso filosófico, si no que a través de la acción.”
“Prácticamente nací viajando, viajé mucho de niño, de adolescente. El viaje se me metió en la sangre. Yo me siento asfixiado si no salgo un par de veces al año a alguna parte… Cuando los viajes son largos involucran un corte en la vida de uno, un adiós, una despedida, un irse que significa dejar personas, relaciones, modos de vida. Y eso genera nostalgia, que es una constante en mi literatura.”
“Yo soy un escritor que parte casi siempre de la experiencia vital, de la vivencia personal y no del laboratorio, no de la biblioteca o de la literatura.”
Poli Délano y el recurso Taller
“Cuando podíamos, practicábamos el taller bipersonal. Si mi padre estaba escribiendo una novela, me leía partes o capítulos. Y cuando yo estaba escribiendo algo, yo le leía y él me comentaba. Teníamos mucha franqueza para decirnos.”
(La Belleza de Pensar, 1997)
“Me di cuenta de repente, en los talleres, que estaba enseñando cosas que yo mismo no practicaba en lo que estaba escribiendo; entonces empecé a limpiar más. Me hice mi propio taller”.
(Artes y Letras, mayo de 2016)
“Les digo que es distinto ser buen escritor, que escribir bien. Uno puede llegar a ser un estilista y tener una prosa de calidad, sin ser un gran escritor.”
(La Belleza de Pensar, 1997)
“La escritura es una forma de vida. El taller no los va a hacer escritores -los que son escritores ya lo son antes de entrar ahí- sí les va a enseñar algunas técnicas, les va a enseñar a manejar instrumentos literarios, pero no los va a hacer escritores.”
(La Belleza de Pensar, 1997)
Poli Délano y su compromiso social
“Si las ideas son buenas ¿Por qué voy a renunciar a las ideas porque cayó el Muro de Berlín, si mis ideas son previas, incluso al Muro de Berlín?”
(La Belleza de Pensar, 1997)
